Un viaje a la India es mucho más que visitar otro país; es como sumergirse en un mundo completamente diferente, lleno de culturas, colores, sonidos y olores que te impactan y te hacen ver las cosas de otra manera. Si te animas a ir, prepárate para abrir tu mente a cosas nuevas y a dejarte llevar por la forma de ser de un lugar donde lo antiguo y lo moderno conviven de una manera muy curiosa.
Lo primero es decidir qué parte de la India te atrae más. ¿Te gustan los edificios impresionantes del norte, como el Taj Mahal y los castillos del Rajastán, que nos cuentan historias de reyes y reinas de hace mucho tiempo? ¿O prefieres la tranquilidad espiritual de Benarés, una ciudad sagrada a orillas del río Ganges, o la calma de los lagos y canales de Kerala, rodeados de palmeras? También puedes optar por la energía de ciudades grandes como Mumbai o Delhi, donde siempre hay movimiento y se mezclan muchas culturas.
Una vez que tengas una idea de dónde quieres ir, es importante planificar bien el viaje. Necesitas conseguir el visado, informarte sobre qué vacunas son necesarias y pensar cuál es la mejor época para viajar a esa zona, ya que en la India el clima cambia mucho según la región y la época del año.
Cuando llegues, puede que al principio te sientas un poco abrumado. El ruido de las calles, los coches pitando, la mezcla de olores (especias, incienso, flores, y a veces, olores menos agradables de la ciudad) y la cantidad de gente pueden ser un poco chocantes. Pero precisamente en esa intensidad es donde está lo especial de la India.
Moverse por la India es toda una experiencia. Los trenes, que son el medio de transporte más importante del país, te permiten ver cómo vive la gente, desde los vagones llenos hasta los paisajes que ves por la ventana. Para ir más rápido entre ciudades grandes, puedes coger un avión, pero te pierdes la oportunidad de ver cómo cambia el paisaje. Para moverte por las ciudades, los rickshaws y los taxis son muy útiles, aunque es buena idea acordar el precio antes de subir.
La cultura de la India se muestra en cada rincón. Los templos con figuras talladas, los lugares sagrados, las mezquitas y las iglesias nos hablan de las creencias de la gente. Ver una ceremonia religiosa, aunque solo sea como espectador respetuoso, puede ser una experiencia muy profunda.
La comida india es una explosión de sabores. Cada región tiene sus platos típicos, con ingredientes y formas de cocinar diferentes. Desde el curry cremoso del norte hasta los platos picantes del sur, pasando por los dulces de Bengala y la comida fresca de la costa, probar la gastronomía india es una aventura para el paladar. Si te atreves, prueba la comida callejera, pero elige sitios que parezcan limpios y donde haya mucha gente.
Hablar con la gente de la India es algo que enriquece mucho el viaje. Aunque a veces es difícil entenderse por el idioma, la mayoría de los indios son muy amables y curiosos, y les gusta compartir su cultura. Aprender algunas palabras básicas en hindi o en la lengua de la zona que visitas puede ayudarte a conectar mejor con ellos.
Sin embargo, también es importante ser realista. En la India hay mucha pobreza, a veces los trámites son complicados y las condiciones de higiene pueden ser diferentes a las que estamos acostumbrados. Es importante tener una mentalidad abierta, ser paciente y tomar precauciones básicas de salud, como beber agua embotellada y tener un buen seguro de viaje.
Durante el viaje, recuerda que la India es un país de grandes contrastes. El lujo y la pobreza, la tradición y la modernidad, el caos y la tranquilidad existen al mismo tiempo. Aprender a aceptar estas diferencias es parte de la experiencia.
Al final del viaje, lo que te llevas no son solo fotos o recuerdos materiales. Lo que realmente importa son las experiencias que has vivido, las conversaciones con la gente, la comprensión, aunque sea un poco, de una cultura muy antigua, y la sensación de que este viaje te ha cambiado en algo. Un viaje a la India no es solo un lugar que visitas; es una aventura que te enseña mucho y te hace ver el mundo de otra manera. Es un lugar que te desafía, te sorprende y, al final, te enamora con su espíritu único.