El pasado fin de semana, un hecho que parece sacado de una película de aventuras ocurrió muy cerca de nosotros, en la provincia de Girona. Un senderista que se encontraba haciendo una ruta por una zona montañosa bastante poco transitada tropezó (literalmente) con la entrada de una cueva que nadie había registrado antes. Pero lo más impresionante no fue solo el descubrimiento de la cueva en sí, sino lo que había dentro: pinturas rupestres que, según los primeros análisis, podrían tener más de 10.000 años de antigüedad.
Este increíble hallasgo (sí, se escribe «hallazgo», pero yo siempre me lio con esa palabra) ha llamado la atención de arqueólogos y expertos de todo el país, y ya se está considerando como uno de los descubrimientos más importantes de la última década en España. En este artículo te voy a contar todo lo que se sabe hasta ahora y por qué esto es tan importante para la historia y para todos nosotros, aunque no seas fan de la prehistoria ni nada de eso.
Un descubrimiento por accidente
Todo comenzó cuando Jordi Arasa, un senderista aficionado de 42 años que vive en Banyoles, decidió hacer una ruta de montaña por una zona que no había explorado antes. En un momento del camino, se desvió un poco porque se le cayó la botella de agua colina abajo, y fue entonces cuando vió algo raro entre unas rocas. Una pequeña abertura en la montaña, cubierta parcialmente por ramas y musgo, llamo su atención.
Según contó él mismo en una entrevista con TV3, al acercarse notó que el aire que salía de allí era muy frío, como si viniera de muy adentro. Decidió entrar con cuidado, usando la linterna del móvil, y fue ahí donde vió las primeras pinturas: figuras de animales, personas cazando y unos símbolos que parecían letras raras o dibujos abstractos. Jordi salió corriendo a buscar cobertura y llamó a los Mossos d’Esquadra, que a su vez avisaron al equipo de patrimonio histórico de la Generalitat.
Llegan los expertos
Al día siguiente ya había un equipo completo de arqueólogos en el lugar. La doctora Marta Prat, especialista en arte prehistórico y jefa del grupo de investigación, explicó que las pinturas están en muy buen estado de conservación, lo cual es muy raro porque suelen estar dañadas por el paso del tiempo o por el contacto con el aire. En este caso, la cueva estaba tan bien cerrada que el ambiente interno se mantuvo estable por miles de años.
Las primeras observaciones indican que las pinturas podrían haber sido hechas por grupos de humanos que vivieron durante el Paleolítico Superior, lo cual es hace muchísimo tiempo, cuando todavía existían los mamuts y los humanos vivían en cuevas. Las imágenes representan escenas de caza, figuras humanas con lanzas, animales como ciervos y bisontes, y unas formas geométricas que aún no se sabe bien qué significan.
Además de las pinturas, también se encontraron restos de herramientas de piedra, trozos de cerámica muy antigua y lo que podría ser un pequeño altar o zona de reunión. Todo esto apunta a que la cueva fue un lugar muy importante para ese grupo de personas, no solo para vivir sino también para hacer rituales o dejar mensajes a otros.
¿Y ahora qué va a pasar?
Por el momento, la cueva ha sido cerrada y está siendo vigilada las 24 horas para evitar que entre nadie sin permiso. Los arqueólogos están documentando todo cuidadosamente con fotos, escaneos 3D y análisis del terreno. Se espera que este proceso dure varios meses, ya que hay que trabajar con mucha precaución para no dañar nada.
La Generalitat ha dicho que, cuando sea seguro, se podría abrir la cueva al público, pero de manera muy controlada, con visitas guiadas y probablemente usando réplicas de las pinturas para no poner en riesgo las originales. También se está hablando de hacer una exposición en el Museu d’Arqueologia de Catalunya para mostrar todos los objetos encontrados y contar la historia del descubrimiento.
¿Por qué es tan importante?
Aunque a veces parezca que la historia antigua es aburrida o que no tiene nada que ver con nosotros, descubrimientos como este nos recuerdan que el pasado está más cerca de lo que creemos. Esa gente que vivió hace más de 10.000 años también pensaba, sentía, tenía miedo, soñaba y se expresaba a través del arte, igual que nosotros. Lo que dejaron pintado en las paredes de esa cueva es una forma de comunicación que ha sobrevivido más que cualquier WhatsApp o foto de Instagram.
Además, entender cómo vivían esos primeros humanos nos ayuda a saber de dónde venimos y cómo hemos cambiado con el tiempo. Cada pintura, cada objeto, cada trozo de cerámica puede contarnos algo sobre su forma de vida, su cultura, sus creencias… Es como un rompecabezas gigante que los arqueólogos intentan armar poco a poco.
Una reflexión personal
A mí me sorprendió mucho esta noticia, porque nunca pensé que algo así pudiera pasar aquí, tan cerca. Siempre asociamos los grandes descubrimientos con sitios lejanos como Egipto o Perú, pero esto demuestra que también en Catalunya hay un montón de historia escondida bajo nuestros pies. Me parece increíble que todavía en pleno 2025 se puedan encontrar cosas tan antiguas y valiosas.
También me hizo pensar en lo importante que es cuidar nuestro patrimonio y proteger los lugares históricos. Si ese senderista no hubiera avisado, cualquiera podría haber entrado a la cueva y destrozar las pinturas sin querer. Ojalá algún día podamos visitar ese lugar y ver con nuestros propios ojos el arte de nuestros antepasados.