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Las Finanzas: ese tema que deberíamos controlar pero nadie nos explica bien

abril 25, 2025

Vale, hablemos en serio. El tema de las finanzas parece un rollo que sólo entienden los adultos con traje que trabajan en bancos, o los que salen en la tele hablando de la bolsa y de economía. Pero lo cierto es que, aunque no lo parezca, todos usamos las finanzas cada día, incluso sin darnos cuenta. Desde que te dan la paga, o te sacas unos eurillos ayudando en algo, ya estás tomando decisiones de dinero.

Y lo más loco es que en el insti te enseñan un montón de cosas, pero nadie te enseña a manejar tu propio dinero. Nada de cómo ahorrar, ni cómo funciona una tarjeta, ni qué hacer si un día cobras tu primer sueldo. Y es algo que vas a tener que usar toda la vida.

¿Qué son las finanzas?

Básicamente, las finanzas son cómo administras tu dinero. Ya sea lo que ganas, lo que gastas, lo que ahorras o incluso lo que inviertes. Todo eso es parte de las finanzas personales. Y no hace falta ser rico para que te interesen, al revés: cuanto menos dinero tienes, más importante es saber usarlo bien.

Hay diferentes tipos de finanzas, como:

  • Finanzas personales, que son las tuyas.
  • Finanzas familiares, lo que pasa en casa.
  • Finanzas de empresas, que ya es otro nivel.
  • Y las finanzas públicas, que son las de los gobiernos.

Pero lo que más nos interesa ahora son las tuyas, las que podés empezar a entender y mejorar desde ya.

La realidad de la pasta

Vamos a ser sinceros: casi todos llegamos a fin de mes sin un duro. Y eso que capaz sólo tenés que cubrir tus cosas básicas. Pero entre los caprichos, las salidas, el móvil, el transporte, y esas cosillas que parecen pequeñas (pero que juntas suman un montón), se te va el dinero que da gusto.

Ahí es donde entra algo básico que nadie nos enseña: el presupuesto. Que no es otra cosa que apuntar cuánto te entra y cuánto te sale. Así podés ver en qué estás gastando más de la cuenta y si hay algo que podés recortar o mejorar. Puede parecer un rollo, pero en serio, ayuda un montón.

Ahorrar no es sólo guardar monedas

A veces pensamos que ahorrar es guardar lo que sobra. Pero lo real es que si no lo haces a propósito, nunca sobra nada. Lo mejor es decidir desde el principio: «vale, este mes voy a guardar 20 euros sí o sí», aunque sea poco. Porque el hábito es lo que cuenta, no la cantidad.

Un truquillo que funciona es dividir el dinero en partes:

  • Una para gastos fijos (comida, transporte, etc.).
  • Otra para caprichos o salidas.
  • Y una parte para ahorro.

También podés usar sobres, o apps para el móvil que te ayudan a controlar lo que vas gastando.

¿Y qué pasa con las deudas?

Todos hemos oído cosas como «tener tarjeta de crédito es malo» o «me he metido en un préstamo y ahora no salgo». Y sí, las deudas mal llevadas te pueden arruinar la vida. Pero también es cierto que hay deudas que pueden ser buenas, como un préstamo para estudiar, montar un negocio o mejorar tu casa. La clave es saber cuánto podés pagar, y no meterte en más de lo que podés manejar.

El problema es cuando usamos el dinero prestado para cosas que no necesitamos, o cuando no entendemos bien los intereses. Porque ahí es cuando te das cuenta de que pediste 200€, pero acabás devolviendo 350€ sin darte ni cuenta.

¿Qué hay de invertir?

Invertir suena a cosa de millonarios, pero no hace falta tener miles de euros para empezar. Hoy en día se puede invertir desde cantidades pequeñas, en apps o plataformas que te explican todo bastante claro. Hay gente que invierte en bolsa, otros en criptomonedas, o incluso en fondos.

La idea es poner tu dinero en algo que pueda crecer con el tiempo. Eso sí, hay riesgo. Nada es 100% seguro, pero si lo hacés con cabeza, podés sacarle un beneficio sin tener que trabajar el doble.

También hay opciones más tranquilas, como los depósitos a plazo fijo o las cuentas de ahorro con interés. No dan mucho, pero por lo menos no perdés valor con el tiempo.

¿Cómo empezar a organizarse?

Podés arrancar con cosas simples:

  • Anotar tus gastos durante una semana. Te vas a sorprender de en qué se te va la pasta.
  • Fijarte un objetivo, tipo «ahorrar para un viaje, un portátil o una bici nueva».
  • Hablar con tus padres o con alguien que sepa del tema. A veces saben más de lo que parece.
  • Buscar vídeos, libros o podcasts que expliquen finanzas con ejemplos fáciles. Hay muchos contenidos pensados para jóvenes y están bastante bien.

Y también sirve hablarlo entre amigos. Si todos se proponen gastar menos en cosas tontas o ponerse metas de ahorro juntos, es mucho más fácil que si lo haces solo.

El dinero también es emocional

Algo que nadie dice mucho pero que es real: las emociones influyen un montón en cómo usamos el dinero. Si estás triste, capaz te compras algo para sentirte mejor. Si estás estresado, te pegás un atracón en Glovo. Y todo eso no es gratis. Saber identificar por qué gastás a veces más de la cuenta también es parte de entender tus finanzas.

No se trata de obsesionarse ni de vivir contando cada céntimo, pero sí de tener un poco de conciencia sobre lo que hacés con tu dinero. Al final, la forma en que lo usas dice mucho sobre ti.