A medida que las personas envejecen, las prioridades financieras cambian. Mientras que cuando eres más joven o en plena etapa de trabajo, el enfoque está en ganar dinero, pagar deudas o ahorrar para cosas importantes como la compra de una casa o los estudios de los hijos, cuando eres mayor, el objetivo puede ser otro: asegurarte de que lo que has ahorrado sea suficiente para disfrutar de una jubilación tranquila y sin grandes preocupaciones. Sin embargo, aunque ya hayas dejado de trabajar o tu sueldo ya no sea el de antes, nunca es tarde para tomar el control de tus finanzas y hacer ajustes que te ayuden a mejorar tu situación económica.
Ahorrar cuando ya eres mayor puede ser más difícil, especialmente si en el pasado no tuviste la oportunidad de hacerlo, pero esto no significa que sea imposible. Incluso si ya estás jubilado, hay muchas formas de manejar mejor tus gastos, reducir los innecesarios y asegurarte de tener lo suficiente para cubrir tus necesidades y disfrutar de la vida en esta etapa.
1. Revisa tus ingresos y gastos mensuales
Lo primero que debes hacer es tener claro cuánto dinero entra en tu cuenta cada mes y cómo lo estás gastando. Revisar tus ingresos y tus gastos es fundamental para poder tomar decisiones conscientes. Si ya estás jubilado, es posible que solo tengas una pensión o ingresos por inversiones. Si es así, es importante saber cuánto dinero recibes mensualmente para tener un panorama claro.
Al tener una idea clara de cuánto estás ganando y cómo lo estás gastando, podrás identificar áreas donde tal vez puedas reducir algunos gastos. Por ejemplo:
- Eliminando suscripciones innecesarias: A veces, seguimos pagando por servicios como televisión de pago, plataformas de streaming o gimnasios que ya no utilizamos. Si notas que no usas algunas suscripciones, es buen momento para cancelarlas.
- Reduciendo tus gastos en tecnología: A medida que pasa el tiempo, los dispositivos se vuelven obsoletos. Si no eres muy fanático de la tecnología, tal vez puedas reducir el gasto en teléfonos o servicios costosos, adaptándote a opciones más económicas.
2. Controla tus gastos en salud
Una de las mayores preocupaciones cuando somos mayores son los gastos de salud. Estos pueden ser elevados debido a la necesidad de tratamientos, medicinas o atención en el hogar. Sin embargo, hay maneras de reducir estos costos:
- Revisa tus seguros médicos: Al llegar a una edad avanzada, es importante revisar que tu seguro de salud sea el adecuado y que estés aprovechando los descuentos o beneficios a los que tienes derecho. Algunas compañías ofrecen seguros médicos con mejores coberturas o precios reducidos para personas mayores.
- Opta por medicinas genéricas: Si tomas medicinas regularmente, consulta con tu médico si puedes cambiar a versiones genéricas, ya que son más baratas pero igual de eficaces que las de marca.
- Evita gastos innecesarios: No siempre todo lo que se recomienda en televisión o en publicidad es necesario. Algunos tratamientos o suplementos pueden no ser realmente esenciales, por lo que es importante tener claro lo que realmente necesitas para tu salud.
3. Redefine tus hábitos de consumo
A medida que envejecemos, tendemos a acumular objetos, desde ropa hasta cosas en casa que ya no usamos. Menos es más y reducir la acumulación de bienes innecesarios puede ser una forma de ahorrar dinero.
- Venta de objetos: Si tienes cosas que ya no usas, como muebles, ropa o tecnología que ya está obsoleta, podrías considerar venderlas. Vender objetos te puede dar algo de dinero extra, y además te ayudará a tener más espacio en casa.
- Compra con cabeza: Aprovecha los descuentos y las promociones, pero siempre asegúrate de que lo que compres realmente sea necesario. Evita las compras impulsivas y planifica bien lo que vas a gastar.
- Comprar a granel: Algunos productos no perecederos como alimentos, productos de higiene o detergentes pueden comprarse a granel, lo que a largo plazo resulta más barato.
4. Aumenta tus ahorros con pequeños ajustes
Aunque puede ser difícil hacer grandes aportes a tus ahorros si no lo has hecho antes, nunca es tarde para empezar. Aquí tienes algunas ideas para ahorrar incluso en la jubilación:
- Buscar trabajos a tiempo parcial: Si aún te sientes con energía y capacidad, puedes considerar trabajos a medio tiempo o tareas ocasionales. Muchas personas mayores trabajan como voluntarios o en pequeñas ocupaciones que les dan algo de dinero extra sin interferir con su tiempo de descanso.
- Inversiones seguras: Si tienes algo de dinero ahorrado, podrías considerar invertirlo en productos seguros que te generen algo de rentabilidad, como bonos municipales o fondos de ahorro a largo plazo. Lo importante es no arriesgar lo que tienes ahorrado, pero sí hacer que crezca de manera segura.
- Ahorro automático: Si tienes alguna fuente de ingresos extra, puedes hacer que se transfiera automáticamente a una cuenta de ahorros. Esta estrategia asegura que estés ahorrando cada mes sin tener que pensarlo.
5. Crea un fondo de emergencia
Uno de los pilares más importantes del ahorro es contar con un fondo de emergencia. Este fondo te permitirá afrontar situaciones inesperadas, como reparaciones en casa, emergencias médicas o cualquier gasto imprevisto. Idealmente, este fondo debería cubrir entre tres y seis meses de tus gastos básicos, de forma que puedas estar tranquilo sin tener que recurrir a préstamos o a tus ahorros.
Si aún no tienes este fondo, es importante comenzar a crearlo, aunque sea con pequeñas cantidades. Un fondo de emergencia es una forma de tener la seguridad de que no estarás desprotegido en momentos de necesidad.
6. Aprovecha las ayudas para mayore
En muchos países, existen programas o ayudas para personas mayores que pueden ayudarte a reducir tus gastos. Por ejemplo, podrías beneficiarte de descuentos en transporte público, en productos de primera necesidad o en impuestos. Algunas ciudades también ofrecen actividades recreativas con precios reducidos o incluso gratuitas para mayores.
Asegúrate de investigar y preguntar sobre los beneficios y ayudas disponibles para ti. Además de los beneficios fiscales, muchas veces los gobiernos locales o asociaciones comunitarias tienen recursos para ayudar a las personas mayores con cuestiones financieras o de salud.
7. Busca asesoría financiera
Si te sientes inseguro sobre cómo manejar tus finanzas, no dudes en buscar ayuda profesional. Un asesor financiero puede ayudarte a organizar tu dinero, optimizar tu plan de pensiones o asegurarte de que estás tomando las decisiones correctas en cuanto a tus ahorros e inversiones.
Un buen asesor puede explicarte las mejores opciones para hacer crecer tus ahorros y ofrecerte estrategias personalizadas basadas en tu situación económica actual.
Ahorrar cuando eres mayor puede parecer complicado, pero con un poco de organización, decisiones inteligentes y algunos cambios en tus hábitos, es totalmente posible. Cada pequeño esfuerzo cuenta para asegurarte de tener una vejez tranquila y sin preocupaciones financieras.